Sandra Luna ens conta:
"Para mi la experiencia fue todo un crecimiento a nivel personal y en comunidad, fue la primera vez que sentia un trato cercano de escucha y apoyo por parte de un profesorado involucrado en que el alumnado saliese con herramientas, ganas, motivación e ilusión por lo que hacian. Aprendi a valorar el acto educativo como una herramienta de cohesión social, de empoderamiento, de critica hacia un sistema que no representa valores en los que el ser humano es lo primordial y a tener voz y expresar lo que soy como ciudadana y que los cambios son reales cuando crees y trabajas en ellos."
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